Agricultura

Cómo prevenir la monilia de las frutas de hueso

Cómo prevenir la monilia de las frutas de hueso

La monilia (o moniliosis) es una enfermedad fúngica muy problemática que pone en peligro nuestros cultivos. Ataca especialmente a frutales de hueso como el almendro, el cerezo, el melocotonero, el albaricoquero y el ciruelo.

La monilia de la fruta de hueso es una enfermedad causada por diversos hongos patógenos, que pueden causar graves daños a las plantas en entornos favorables.

FIG1. Moniliosis en la fase de floración

Le diferentes especies de hongos que causan esta enfermedad s criptogámicosn los géneros Monilia y Monilinia.

Monilinia laxa es la especie típica de cultivos como el melocotón, la cereza, el albaricoque y la ciruela. Al ser activo ya a bajas temperaturas (5-10 °C), es capaz de causar infecciones generalizadas en distintos momentos de la temporada. Afecta tanto a los órganos vegetativos (flores, brotes) como a los frutos en maduración.
Las otras especies muy extendidas en nuestro país son Monilia fructigena y M. Fructicola. Éstas son activas a temperaturas más elevadas, por lo que afectan más a la fruta cuando está madurando.

El ciclo biológico de la monilia

El hongo se conserva en forma de micelio en los frutos afectados que han caído al suelo, pero también en los frutos que parecen momificados y cuelgan de la planta. Los ataques más graves se producen durante la floración y en los frutos próximos a la cosecha. Los mayores riesgos se dan con tiempo húmedo, niebla y lluvias prolongadas. 

Cuando se producen estos acontecimientos, los micelios fúngicos liberan sus esporas, que son dispersadas por el agua, el viento y los insectos. Así es como se producen las infecciones primarias.La penetración del patógeno en el árbol se produce a través de aberturas naturales o microlesiones.

 

Fig.2 Floración de la fruta de hueso (fase delicada)

Monilinia laxa es capaz de afectar a los órganos vegetativos (flores y frutos pequeños). Las otras especies, en cambio, encuentran las condiciones óptimas para empezar a dañar los frutos con temperaturas entre 15 y 30 °C y una humedad cercana al nivel de saturación.
En las condiciones ideales descritas, el ciclo del hongo se completa en aproximadamente una semana, generando nuevas esporas que inician ciclos de infección secundaria.
Si, por el contrario, las condiciones ambientales no son favorables, las infecciones por monilia pueden permanecer latentes en la fruta, para manifestarse después a través de una podredumbre postcosecha evidente.

 

Fig3. Monilia en la fase posterior a la cosecha

Prevención con técnicas agronómicas

Para prevenir la aparición de monilia, deben utilizarse prácticas agronómicas correctas.

Primero, Durante la poda de invierno, deben retirarse y eliminarse los frutos momificados que permanezcan en la planta. También deben eliminarse las ramas afectadas por cancros. El material eliminado, cuando sea posible, debe quemarse.

Con las operaciones de poda, también es necesario favorecer la respiración del follaje. Otra opción agronómica a este respecto es un patrón de plantación amplio, que favorece el paso del aire entre las plantas.

A continuación, hay que gestionar el césped de la planta lo mejor posible. Por ejemplo, es necesario mantener la altura del césped a un nivel aceptable, ya que una gestión incorrecta de este aspecto favorece las condiciones de humedad propiciadas por el hongo.

Tratamientos para la monilia con productos permitidos en agricultura ecológica

Las intervenciones deben realizarse antes y después de la floración.

El control de la monilia (Monilia laxa, M. fructigena y M. fructicola) es especialmente importante para almendros y albaricoqueros, especies especialmente sensibles a este hongo. La intervención a la caída de los pétalos es estratégica, ya que los agentes fúngicos de la monilia pueden colonizar fácilmente los residuos florales que no se desprenden completamente en el escamado y acaban siendo la principal fuente de inóculo para el fruto maduro.

Entre los antagonistas microbiológicos indicados para tratar este patógeno fúngico figuran el Bacillus subtilis y el B. amyloliquefaciens. 

En El género Bacillus pertenece al grupo de las PGPR (Plant Growth Promoting Rhizobacteria) y comprende especies de bacterias aisladas de la rizosfera con numerosas actividades beneficiosas. Ayudan a las plantas a superar el estrés del aire y del sistema radicular causado por diversos hongos y bacterias, y promueven el crecimiento vegetal mediante la producción de fitohormonas naturales.

Tratamiento con Botrimax

BOTRIMAX con su alta concentración de Bacillus spp. es la herramienta ideal para la gestión preventiva y curativa de la monilia.

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